¿En qué se diferencia un adiestrador de un educador canino?

El objetivo principal de este artículo es que puedas saber diferenciar fácilmente las diferencias principales entre un adiestrador y un educador canino. Sobre el papel puede parecer que hacen lo mismo, pero su trabajo es bastante diferente. Dependiendo de tus necesidades, tendrás que optar por contratar a un tipo u otro de profesional.

Antes de seguir el artículo es importante que, a la hora de conseguir un comportamiento adecuado de un perro, siempre debes adiestrar al perro para más tarde poderlo educar. Es decir, para adiestrar a un perro no es necesario educarlo.

¿Qué es un adiestrador canino?

Gracias a la ayuda de sentidoanimal.es podemos decir que el adiestrador canino es la persona que se encarga de enseñar al perro que haga una serie de cosas, es decir, nos obedezca. El trabajado del adiestrador de perros es conseguir que haga lo que le decimos, bien sea sentarse, levantarse, traer las zapatillas… normalmente estas tareas no son fáciles, de aquí que la ayuda de un profesional sea necesaria para conseguir los objetivos marcados.

Pero no solo trabajan a nivel individual, también se suelen encargar de adiestrar a perros profesionales para que se encarguen de tareas importantes como rescate, defensa, asistencia… hay profesionales que se dedican a adiestrar a una serie de perros para un fin determinado y los resultados siempre son muy positivos. Dependiendo que es lo que se busque, hay que contratar a un tipo de adiestrador canino u otro. Cada uno se suele especializar en un área.

Con la ayuda de un buen adiestrador canino, lo que se consigue es que el perro pueda hacer diferentes ejercicios y obedecer a los dueños sin mostrar ningún tipo de duda. De esta manera se consigue que el animal pueda satisfacer sus necesidades cognitivas y así sentirse mejor valorado. Eso sí, para conseguirlo es necesario tener un perro con potencial y equilibrado que realmente se pueda adiestrar.

¿Qué es un educador canino?

Se puede definir como la persona encargada de educar al perro. Su figura es diferente a la del adiestrador, de aquí que al principio del artículo comentase que realmente son profesionales diferentes. Normalmente la educación se comienza una vez que el adiestramiento ha sido el adecuado, es decir, es la evolución del entrenamiento para que el perro tenga el carácter adecuado.

Cuando hablamos de educar, no solo nos referimos a que el perro pueda aprender una serie de cosas, sino mucho más. La verdad, el principal objetivo del educador es conseguir que la relación del perro con la familia sea la adecuada. Para ello, le mostrará una serie de normas que tiene que cumplir para que la convivencia entre ambas partes pueda ser la apropiada. Para conseguirlo, no solo se trabaja con el animal, también se trabaja con la familia. Hay que tener en cuenta que el can puede ser educado, pero si el comportamiento de la familia luego no es el adecuado, el perro rápidamente perderá esa educación. Por ese motivo, es importante mostrar una serie de indicaciones a la familia para que las tenga en cuenta. Así el perro no perderá esa educación y en consecuencia la convivencia será la esperada tras la ayuda del educador.

Para que la educación sea la correcta, el educador lo primero que suele hacer es estudiar el comportamiento de la mascota en su ambiente natural. De esta manera puede analizar qué es lo que hace que el comportamiento no sea el adecuado y pueda tomar medidas. Una vez analizada la situación tomará diferentes medidas a través de las cuales poner fin a los problemas más importantes que tiene la familia con el animal. Actualmente podemos nombrar una gran cantidad de problemas que puede causar el perro y que pueden ser resueltos por un buen educador canino. Podemos llamar a este profesional si el perro no sabe pasear con la cadena puesta, si rompe o muerde juguetes, ropa o juguetes, si ladra demasiado cuando suena el timbre… El objetivo siempre es conseguir reducir las malas conductas y así conseguir un perro ejemplar.

Para poder hacer la labor, lo más común es que el profesional se desplace a casa para que la educación se pueda producir en el entorno. Se ha demostrado que fuera del entorno natural no es tan eficaz la educación, de aquí que se produzca ese desplazamiento.

¿Merece la pena contratar a un profesional?

La respuesta es sí. Todo el mundo debería contratar los servicios de un adiestrador de perros y luego de un educador caninos. De esta manera el comportamiento del perro siempre sería adecuado y no presentaría ningún problema.

Si por cualquier motivo no quieres contratar esos servicios, siempre tienes la opción de intentarlo hacer por ti mismo. Pero siempre debes tener cuidado para evitar algún mordisco. Sin olvidar que la paciencia es fundamental para conseguir que el perro aprenda. En muchas ocasiones pensamos que nuestras mascotas son igual de inteligentes que nosotros y no es así. Necesitan de más tiempo para comprender que cosas deben hacer y otras no.

Para finalizar, debes recordar que solo hay que premiarlo cuando realmente se lo merecen. Si le damos premios o caricias cuando su comportamiento no es bueno, tenderá a pensar que realmente lo está haciendo bien. Un buen educador te dará esas pautas y así te será más fácil conseguir que su comportamiento sea el adecuado. Si evitamos cometer algunos errores, la mascota también evitará cometerlos. En cierta manera es un trabajo en equipo, aunque el trabajo es más sencillo si contamos con la ayuda de un profesional.